Siguiendo lo establecido en el Real Decreto Legislativo 8/2004, de 29 de octubre, todo vehículo de motor debe de disponer de una póliza mínima, de ahí, que muchos conductores opten por la contratación de un seguro a terceros con el objetivo de garantizar la Responsabilidad Civil Obligatoria.
Hablamos del seguro a terceros, uno de los más comunes entre conductores que no utilizan su coche de forma frecuente o que en su defecto, poseen un vehículo con cierta antigüedad. Por tanto, se trata de una contratación que ofrece las prestaciones básicas e imprescindibles para la circulación por la vía pública.
Sin embargo, en lo que respecta al seguro a todo riesgo, la póliza a terceros cuenta con diferencias significativas de su contraparte y hoy, exploraremos cada una de ellas además de, detallar en qué consiste este tipo de seguro y las coberturas del mismo. ¡Sigue leyendo!
¿En qué consiste el seguro de coche a terceros?
Como hemos adelantado, el seguro de coche a terceros es una modalidad de póliza destinada a cumplir con unos requisitos mínimos legales, proporcionando al mismo tiempo, una protección básica pero eficaz contra posibles reclamaciones de otros conductores involucrados en caso de accidente.
Centrándonos en esto último, este seguro se enfoca en cubrir económicamente las lesiones o daños materiales y personales causados a terceros, siempre y cuando, el conductor sea considerado como el responsable. No obstante y como característica clave, esta póliza de coches no cubre los daños sufridos por el propio vehículo del asegurado.
¿Qué cubre un seguro de coches a terceros?
Pasando a las coberturas de un seguro de coches a terceros, nos encontramos con aseguradoras que permiten la personalización de la póliza al incluir coberturas adicionales para mayores garantías. Con todo, todas deben incluir las siguientes coberturas básicas:
- Responsabilidad civil obligatoria: cubre los daños materiales o personales causados a terceros en un accidente responsabilidad del asegurado, además de proteger a todos los ocupantes de los vehículos involucrados.
- Defensa jurídica y reclamación de daños: cubre los gastos derivados del asesoramiento y defensa jurídica si el asegurado se enfrenta a acciones legales derivadas de un siniestro.
- Asistencia en carretera: ya sea en caso de accidente o avería, el seguro se hace cargo de la recogida del vehículo o reparación de emergencia a fin de socorrer al asegurado en situaciones imprevistas.
- Seguro del conductor: si el conductor fallece, sufre una invalidez permanente o necesita asistencia sanitaria, el seguro a terceros se encargará de cubrir los gastos pertinentes.
Diferencias entre un seguro de coche a terceros y a todo riesgo
En primer lugar, la elección entre un seguro de coche a terceros y otro a todo riesgo depende, en gran medida, de las prioridades individuales y del nivel de protección desaseado por el asegurado.
Dicho esto, la principal diferencia entre ambos seguros es la cobertura de daños propios de la que hablamos con anterioridad, mientras que el seguro a terceros se centra en el resto de conductores afectados en un accidente, el seguro a todo riesgo se hace también responsable de los posibles daños sufridos por el vehículo asegurado.
Por tanto, deducimos que una póliza a terceros se limita casi por completo a las responsabilidades legales del conductor, a diferencia de las amplias coberturas del seguro a todo riesgo que incluye protección frente a fenómenos naturales, incendios y otros riesgos mayores. Aunque todo ello, se traduce a su vez, en un mayor costo económico.
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