Riesgo: “Contingencia o proximidad de un daño”
Los seres humanos, desde hace cientos de años, nos hemos preocupado por los futuros posibles siniestros que nos puedan surgir a modo personal, material o patrimonial. Hemos invertido dinero en mercancías que hemos tenido que transportar, hemos comprado objetos valiosos que nos han costado una buena parte de nuestros ahorros o nos hemos querido preservar frente a las malas prácticas de terceros. Los riesgos existen y existirán.
Un seguro no es más que un mecanismo para cubrir riesgos futuros y proporcionarnos tranquilidad frente al futuro.
Podemos asegurar cualquier cosa, siempre y cuando cumpla con estas reglas básicas:
– Tener una posibilidad de que suceda
– No tener la certeza de que pueda o no suceder
– El riesgo no dependa del propio asegurado
– No tener la certeza de cuándo puede suceder.
– Los riesgos que son dados por el quebrantamiento de la Ley no son asegurables.
– Necesidad de poder describir y medir el riesgo para valorar los riesgos y coberturas.
Por ello, hemos visto como compañías han asegurado las manos de un deportista, el culo de una cantante, la boda de un estudiante, la posibilidad de ser abducido, el anti-amor para que una actriz no se enamorara durante un rodaje, etc; pero también cosas más “mundanas”, seguros más cotidianos como el de la casa, el coche, los seguros profesionales, etc. todo aquello que represente un valor para nosotros, siempre y cuando el riesgo sea posible, incierto, fortuito, concreto, lícito y medible.
El precio de todo seguro va acorde con múltiples factores, pero sobre todo con las coberturas futuras del posible siniestro. El truco para elegir un buen seguro es valorar la calidad del producto y la relación calidad precio. Un error muy común es fijarse únicamente en el nombre del producto asegurador y el precio, y no mirar todas las coberturas que con ello trae. Un seguro de coche no es lo mismo que un seguro de coche barato; un seguro de salud no es lo mismo que un seguro de salud sin cuadro médico o con copagos; las coberturas para un empresario deben ser bien miradas para evitar grandes males por una acción mal entendida. Teniendo este punto muy claro, en Cosmobrok tenemos a los mejores profesionales, sobre todo, porque nuestro primer objetivo es ofrecer el seguro idóneo y personalizado a cada uno de nuestros clientes.