Los seguros de Responsabilidad Civil cubren los riesgos de una persona física o jurídica que por acción u omisión causen daños a un tercero, interviniendo culpa o negligencia y garantizando el coste eventual que debamos desembolsar en concepto de compensación.
Existen RC muy diversos y adaptados a las coberturas que quieran ser contratadas. Con excepción de algunas actividades que sí requieren de su obligada contratación.
Por ejemplo, si nos compramos un vehículo debemos tener vigente la cobertura de daño a terceros. Este seguro es el mínimo obligatorio que debemos tener contratado para poder circular.
Otro ejemplo de RC obligatorio es en el seguro de caza. La peligrosidad para terceras personas en esta actividad al aire libre pone de manifiesto la necesidad (obligatoria por ley) de tener un RC específico de caza por posibles daños.
Pero no todos los RC son obligatorios, también existen otros muchos que están diseñados para la tranquilidad del titular.
Si eres un directivo de una empresa y quieres tener cubierta una posible demanda de un trabajador por responsabilidad en un accidente laboral, o un médico o arquitecto por responsabilidades que puedan incurrir por su profesión, la solución es la contratación de un seguro con RC.
Pero no solamente a profesionales va dirigido, también en el ámbito del hogar. Normalmente, junto al seguro de un inmueble, también se incluye un RC familiar que cubre cualquier daño a terceros. Incluso, es extensible a los daños ocasionados por el hijo, cónyuge, empleada del hogar o animal de compañía.
Otro tipo de RC muy útil es aquel que cubre los daños a vecinos por deficiencias en el inmueble, por ejemplo, una gotera con inundación del piso que está situado justo debajo del asegurado.
Si quieres más información sobre los seguros de Responsabilidad Civil que puedan interesarte, no lo dudes y contacta con nuestros expertos asesores. Nuestras corredurías de seguros están a vuestra disposición y para garantizar vuestra seguridad, con la mejor calidad y al mejor precio.